Crítica serie «The head»

Juguemos a quien es el asesino

The head fue la primera serie de Orange TV. La última plataforma en sumarse a la producción propia. Y lo hace con un reparto internacional para un thriller ambientado en una base internacional ubicada en la Antártida pero que curiosamente ha sido rodada en plató en las islas canarias. No deja de ser curioso, pero que también hace que los efectos especiales del exterior de la base sean bastante cutres, al prescindir de un rodaje en un país más ideal para recrear la Antártida.

No es gran cosa. De momento, lo visto de Orange la sitúa, por ejemplo, por debajo de la calidad que ofrece Movistar, quien podría considerarse su rival. Tras el proyecto están los directores españoles, hermanos Pastor, con un currículum bastante escaso y quienes este año estrenaron otro thriller psicológico equiparable a esta serie. La fallida película Hogar.

Al principio The head juega un poco a que esto va a ser algo parecido a La Cosa, y como los Pastor ya tienen tras de si una serie de ciencia ficción, Incorporated, todo se conjura para que pienses eso. Una decena de miembros del equipo que forman parte de la base antártica Polaris VI, se quedan a pasar el invierno. Cuando seis meses después, el resto del equipo regresa, se encuentran escenas de destrucción. Cadáveres por todas partes, restos de sangre, escenas de lucha y un par de supervivientes, cada uno contando una versión diferente de lo qué ha sucedido.

Johan, que lidera el equipo que regresa, inicia una especie de investigación mientras llegan las autoridades. Está obsesionado porque ha encontrado, vivos o muertos, a todos menos a su mujer Ahnnika, quien sigue desaparecida.

Ahí termina cualquier parecido con La cosa. The head apuesta por el thriller y se aleja de la ciencia ficción. Thriller un poco al estilo Agatha Cristie. Un guión repleto de giros, especialmente a finales de capítulo y un final de serie de esos que dan la vuelta por completo a la tortilla. Obviamente el guión no resiste un análisis serio, pero hay que reconocer que es adictiva, entretenida y que tiene su puntillo.

Arthur y Maggie, los dos supervivientes, cuentan cada uno su versión. así la serie oscila entre los acontecimientos del presente y la narración que ellos hacen de como murió el resto de miembros del equipo. Al haber ido muriendo asesinados o en extraños accidentes, hace que todos desconfíen de todos en un clima de paranoia.

Spoiler. El giro final, que Maggie sea en realidad la hija de Sarah Jackson, asesinada en la anterior Polaris y cuyo asesinato a manos de Arthur fue encubierto por el resto de miembros veteranos de la actual base. No resiste un análisis serio. Una vez que llegue la policía, enseguida averiguarían su verdadera identidad y por supuesto verían sus huellas dactilares en el cuchillo con el que mata al novato Ari, así comos restos de sangre del mismo que salpicarían su ropa. Fin spoiler.

Pese a sus defectos, es una serie que nunca finge otro objetivo que el entretenimiento. En ese aspecto cumple.

NOTA: 5

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