Crítica serie española «Por H o por B»

Personalmente asocio las siglas HBO a serie de prestigio. Y no creo ser el único. Uno piensa en las series que nos ha regalado en los últimos 20 años, asociando su nombre a la palabra calidad, que resulta muy incomprensible su deriva reciente.

No entiendo muy bien las razones, aunque la feroz competencia, el auge de rivales, de plataformas de streaming, el hecho de que Netflix haya conseguido que la mayoría de espectadores asocien las palabras Netflix y serie, les ha llevado a una carrera por la popularidad degradando su producto hasta niveles que hace diez años eran impensables.

También la lucha por producir en distintos países, por ganar suscriptores ofreciendo un producto nacional, debe tener alguna influencia. Porque la serie que nos ocupa es españolismo rancio y paleto. Un tipo de cine que por desgracia, a veces, funciona, aunque pocas admitan sinceramente que les guste.. Y si no que se lo digan a Santiago Segura a Leo Harlem etc, etc, etc…

Todo parte de un corto de bastante éxito del año 2013, titulado Pipas, en el que dos chonis exageradas devoran una bolsa de pipas mientras desuellan al novio de una de ellas. La gracia estaba en eso, en que eran una chonis, espécimen que de verdad existe. Y esa era la broma. Vamos lo que daba para un gangs de un programa de humor tipo Vaya semanita.

No comprendo bien el proceso que debe haber llevado al trasatlántico HBO a decidir hacer una serie de ese olvidado corto y confiar en su creadora, una tal Manuela Burló Moreno, con un único éxito en su carrera titulado: Como sobrevivir a tu despedida (que ya lo dice todo) para darle carta blanca para elaborar una serie de grasientos chistes que no harían reír a un niño de 5 años.

Vaya como ejemplo el chistecillo del segundo capítulo que colmó mi paciencia. Mientras las sufridas chonis buscan una habitación para que una de ellas alquile, se topan con un musulmán que dice Alá es grande y entre ellas comentan ¿Como puede decir hala que grande, si era una habitación pequeñísima? Sí, reíros, que de verdad es el tipo de humor que hace la serie. Creo que cuando era niño ya me encontré con algo parecido leyendo a Mortadelo y Filemón.

En resumen, Belén y Hache, dos chonis elevadas al cuadrado, deambulan por el célebre barrio madrileño de Malasaña, haciendo algunos chistes con el tópico de los hipsters que viven allí. La serie busca ofrecer momentos «pipas» con ambas sentadas soltando perlas y mostrando lo brutas que son destripando el idioma de Cervantes.

Por H y poy B cuenta con el reclamo de Brays Efe, el para mí, incomprensible fenómeno de Paquita Salas, que nos muestra lo almodovarianos que son muchos espectadores españoles, entre los que no me incluyo.

Una vergüenza que HBO se venda por unas monedas y se rebaje a ofrecer ahora en el mismo catálogo Chernobyl y Por H o por B. Es más ¿Existe un mismo espectador que pudiera estar interesado en consumir ambos productos?

NOTA: 1